Hoy quiero escribir sobre una saga que, aunque no de las más famosas de la "gran N", ha ido haciéndose un huequito en las estanterías de muchos gamers estos últimos años. Y no es nada menos que Fire Emblem (es obvio, se lee en el título de la entrada), un RPG táctico en el que por turnos debemos utilizar nuestras diferentes unidades para lograr ciertos objetivos, tales como acabar con un jefe rodeado de súbditos que no lo pondrán fácil o detener a una persona antes de que en el turno x escape. Este es un juego que engancha. Y engancha MUCHO. Sobretodo cuando el juego está en alta dificultad y no quieres que acaben con tus unidades.
Total, que yo empecé en esta maravillosa saga con el título Fire Emblem:Awakening gracias a un amigo que me la recomendó. Este juego era el mejor para empezar pues, aunque fuera el treceavo ya, estaba pensado para enganchar a nuevos jugadores a la saga, que iba perdiendo fama. Y Nintendo lo logró.
| El diseño de personajes es, además, variado. |
Pero este juego no es sólo su magnífica historia o su jugabilidad por turnos. Uno de sus pilares son los personajes. Cada uno de ellos tiene una personalidad única y son totalmente carismáticos, raro es que no haya, como mínimo, un personaje que te enamore. Hay algunos tan dispares como una acosadora de tu propio personaje o un mago sádico que sólo abre los ojos cuando hace críticos (muy majete, la verdad). Y otra genialidad de esta saga es que los personajes se pueden relacionar entre sí, casarse e incluso tener hijos. Esto último tiene mucha más importancia de la que puede parecer, y es que los hijos heredan características y habilidades de sus padres. Aunque también puedes hacer como yo y juntar los personajes que a tu gusto hacen mejor pareja (HAHAHA).
Para finalizar, voy a dejar una canción preciosa de su ost que es muy emotiva porque suena justo cuando *spoiler spoiler spoiler*.

Aayyyy (seguro que me entiendes) ¡Viva Henry! y poco más que comentar jejeje
ResponderEliminar